jueves, 12 de junio de 2008

¡Nadie!


Jorge ha muerto en la carretera.

Muchos curiosos.
Un atasco.
La "patrulla" lo recoge
y lo lleva al depósito de cadáveres.
Durante tres días
esperan a un pariente,
a un amigo o conocido.
No viene nadie.

Lo depositan en el correspondiente frigorífico

¡Qué símbolo!
Existe un frigorífico
para las "personas encontradas".
La espera dura ya quince días.
Todavía no ha venido nadie.
Una tarde, en una furgoneta,
lo llevan al

cementerio, como un "objeto
perdido


Jorge era un hombre,
un hombre solo en la ciudad.
El resto de los hombres
lo habían sepultado hacía ya tiempo.


PHIL BOSMANS

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